La iglesia de Santa Eulària es la única construcción religiosa del valle que conserva las pinturas originales románicas "in situ". Se ubican en el ábside central, detrás del retablo mayor, en un espacio que hoy en día realiza las funciones de sacristía. El templo es un edificio de planta basilical con cabecera triabsidal, siendo el ábside central bastante más largo que los laterales. Las naves no son regulares y se van estrechando a medida que nos acercamos a la cabecera. Posee dos campanarios: una espadaña que corona el muro sur y una torre adosada en la esquina noroeste de planta cuadrada y cuerpo octogonal que es construcción del siglo XVIII. La referencia documental más antigua en que se menciona la iglesia data de 1278, y es el acta de una reunión mantenida por sus feligreses para la construcción de un nuevo cementerio.
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