RUTA 2: VALL D'ARAN ORIENTAL

Si en la primera ruta del Valle de Arán visitábamos el curso bajo de La Garona hasta llegar a su capital Vielha, aproximadamente situada en el centro geográfico de la comarca, esta nueva ruta nos propone, siguiendo el trazado de la C-28, ir ganando altura sobre el valle remontando el curso del río y acercándonos a la estación invernal de Baqueira-Beret, en las estribaciones del puerto de la Bonaigua. Salvo la iglesia de Bagergue, todas las edificaciones se encuentran muy próximas a este eje de comunicaciones entre La Vall d'Aran y el Pallars Sobirà, comarca vecina al otro lado de los Pirineos en su vertiente mediterránea. Y todas, excepción una vez más de Sant Feliu de Bagergue, son de planta basilical, muy frecuente en el valle.
Como os comentábamos en la ruta 1, visitamos La Vall d'Aran en dos ocasiones: en invierno de 2006 y en la primavera de 2007. Y como era de esperar obtuvimos dos imágenes radicalmente distintas del mismo aunque complementarias. En pleno invierno, acceder al valle puede ser tarea muy complicada y, en nuestro caso, tuvimos que posponer la visita un día ya que La Bonaigua estaba cerrado. En nuestra espera, nos imaginamos el valle en los tiempos en que se construirían las iglesias y nos sorprendíamos de que aquel pequeño territorio, contra natura, hubiese mirado hacia el sur en busca de alianzas y protección señorial y de las conexiones artísticas que asimismo se establecieron entre ambas regiones. (Recordemos que la carretera se abrió en 1920 y el túnel en 1948).

ARTIES. SANTA MARIA. SANT ANDREU DE SALARDÚ. SANTA EULÀRIA D'UNHA.

Pero así fue, y, a pesar de que el románico aranés muestra claras influencias gasconas, no es menos cierto que las cuadrillas itinerantes de constructores y canteros trabajaron en más de una ocasión en ambas vertientes. Son muy esclarecedoras al respecto las semejanzas constructivas de Santa Maria y Sant Climent de Taüll con la iglesia de Santa Eulària d'Unha. Y otro tanto sucede con los pocos restos de pintura mural conservada o algunas de las valiosísimas tallas en madera, cuya autoría parece venir del otro lado del Pirineo. En fin, como hoy en día podía ser difícil acceder al valle, pero no imposible. Al día siguiente, emulando a los canteros y tallistas de antaño, franqueamos un puerto repleto de nieve y pudimos acercarnos por primera vez a las iglesias de esta ruta, en la que conoceremos tallas de excepcional factura, restos de pintura mural y pilas bautismales bellamente decoradas.
En el punto más bajo de la misma se encuentra Arties, donde visitaremos la iglesia de Santa Maria (foto 1), la primera de las cuatro edificaciones con planta basilical. Recientemente ha sido sometida a obras de restauración y la imagen actual dista mucho de la que nosotros nos encontramos cuando visitamos el Valle de Arán (ver imagen) por primera vez. A dos quilómetros de Arties, subiendo hacia Baqueira, nos detendremos en Salardú para visitar la iglesia de Sant Andreu (foto 2), también de planta basilical, en cuyo interior se conserva, protegida por una vitrina, la imagen conocida como "Majestat de Salardú".

Dejamos brevemente la C-28 y cogemos la carretera que sube a Bagergue. Podemos organizar la ruta como prefiramos: empezar por Sant Feliu de Bagergue (foto 4) y bajar luego hasta Santa Eulària d'Unha (foto 3) o al revés. Sin desmerecer el exterior, lo importante de Santa Eulària se encuentra en el interior, donde recientemente se han descubierto y restaurado los restos de pintura mural del ábside. Para acceder al mismo lo más práctico es acercarse hasta el Museu dera Val d'Aran en Vielha y pedir información sobre las visitas a los templos.

SANT FELIU DE BAGERGUE. SANTA MARIA DE CAP D'ARAN. PUERTO DE LA BONAIGUA. VERTIENTE NOROESTE.

Nos queda una última parada: Santa Maria de Cap d'Aran (foto 5) en Tredòs, templo distinto a los demás ya que su campanario de torre es exento y el presbiterio central se levanta sobre una pequeña cripta.
La ruta termina en Tredòs, pero el punto y final lo puede poner otro de los atractivos de la zona: su excepcional paisaje. Nosotros abandonamos el valle por el mismo lugar por donde habíamos entrado: el paso de la Bonaigua. Y debemos reconocer que tuvimos suerte pues, como podéis comprobar en la foto 6, el panorama era inmejorable.
(Publicada el 20 de agosto de 2009, renovada el 16 de septiembre de 2013)