lines: glesia de an artín

Parece ser que la antigua Colegiata proviene de un cenobio de características mozárabes del siglo X, ya que, si bien hay poca documentación acerca de sus orígenes, en el claustro se pueden apreciar vestigios de su pasado como los arcos de herradura y dos aspilleras. La orden benedictina dirigió el monasterio, ejerciendo gran influencia en el valle, pero en el siglo XIII fue sustituida por los Canónigos Agustinos, pasando posteriormente a convertirse en Colegiata. En 1541, el Papa Paulo III suprime el rango de Colegiata de San Martín de Elines, junto con Castañeda y San Miguel de Escalada para elevar a este rango a San Miguel de Aguilar, a petición del tercer marqués de Aguilar de Campoo. El último abad de San Martín de Elines se convierte en el primer abad de San Miguel de Aguilar. Los párrocos canónigos mantuvieron el culto y cuidaron de San Martín hasta 1892, año en que murió el último canónigo, Pedro Cuadrao, enterrado en el claustro. En 1931 fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
La iglesia se construyó a principios del siglo XII. Es un edificio de una gran armonía estética. En el exterior observamos el ábside semicircular de tres cuerpos con guardapolvos, arquivoltas y capiteles decorados en las ventanas, la torre cilíndrica parecida a la de Fromista, la linterna y los canecillos con profunda carga simbólica. En el interior nos acoge una amplia y alta nave; el presbiterio muestra arquerías ciegas y restos de pinturas murales, así como dos tallas del siglo XIII de San Pedro y San Andrés. Destacan los capiteles de las columnas. El museo también ofrece piezas interesantes como una tapa de enterramiento de tres estilos diferentes. La visita del museo y del interior de la iglesia es guiada y merece la pena atender a las explicaciones que nos ofrecen con tanto interés y afecto hacia la Colegiata.

ÁBSIDE. CANECILLOS. EXTERIOR. INTERIOR.
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En la última visita que hemos realizado a San Martín de Elines, en julio de 2009, su párroco, Don Bertín, nos explicó cómo se pretendía reformar el acceso y el interior de la Colegiata utilizando materiales y diseños que poco tenían que ver con los actuales, y nos pidió que reflejásemos literalmente sus palabras: "la Colegiata está muy bien gracias a la dedicación que ha tenido el párroco durante 50 años, pero más interesante aún ha sido el haber liberado a la Colegiata, hace dos años, de un atentado artístico, pues se pensaba mezclar el acero corten con el extraordinario arte románico". Los visitantes descubrirán un espacio cuidado con encomiable dedicación por Don Bertín.