El visitante de la iglesia de la Asunción de Barrio de Santa María se acerca al templo por el lado de levante, donde se encuentra la plaza mayor del núcleo urbano. Desde este punto, la cabecera impone su impresionante altitud sobre el resto de edificaciones colindantes. Se accede al interior a través de una escalinata que, paralela a la fachada sur, salva el fuerte desnivel entre la plaza y el amplio atrio en que se abre la portada renacentista (fotos 1/2/3).
Las reformas más importantes del edificio se realizaron en el siglo XVI, cuando se rehacen las cubiertas de la nave, se añade la capilla del lado meridional y, casi con toda seguridad, se eleva el tambor del ábside. Observad que este recrecimiento se llevó a cabo con sillares de caliza distintos a los de arenisca más oscura del tambor original (fotos 4/5). La cornisa (foto 6, enlaces 1/2) se sostiene por medio de una serie de canecillos, la mayoría de los cuales son de simple caveto salvo los dos últimos del extremo derecho, en que se puede ver a un personaje que carga con un bidón (quizás un fraile, enlaces 3/4) y cinco rollos (enlaces 5/6).
De las tres ventanas absidales, solo la axial y la del lado norte todavía son visibles. La del lado sur ha quedado tapiada por el añadido de la sacristía. La ventana norte (enlaces 7/8) no tiene columnas, y decora su única arquivolta de baquetón entre medias cañas con bolas; el extradós del arco interior lleva una banda de sogueado. La ventana axial (enlaces 9/10) sí lleva columnas acodilladas con interesantes capiteles: el de la izquierda presenta dos personajes barbados que blanden espadas (enlaces 11 a 15) y el de la derecha tres niveles de caulículos sobre los que asoman dos pequeñas cabezas barbadas (enlaces 16 a 19).
|