![]() |
![]() |
![]() |
|||||||
Los ríos de la comunidad cántabra vierten sus aguas en tres mares: el Cantábrico (los ríos costeros), el Mediterráneo (el Ebro) y el Atlántico, aunque en este último sólo lo hace uno, el río Camesa, afluente del Pisuerga que nace en la sierra de Híjar, en tierras palentinas. En su breve recorrido hasta Aguilar de Campoo, atraviesa unas hermosas tierras donde la presencia humana se remonta a épocas prehistóricas: Valdeolea, municipio cuya capitalidad detenta Mataporquera, pero que incluye dieciocho localidades o pedanías con un extraordinario patrimonio cultural y paisajístico.
De todo este patrimonio os hemos seleccionado una reducida muestra que incluye lo más destacado del estilo románico, las mejores pinturas al fresco del gótico cántabro y uno de los tres puentes romanos que todavía se mantienen en pie. La mejor época para hacer esta ruta es el verano ya que las iglesias suelen estar cerradas el resto del año. Durante los meses de julio y agosto se ha establecido un sistema de apertura de templos que os facilitará el acceso al interior de los mismos. Lo normal es que os encontréis un cartel en la puerta de entrada con el número de teléfono de quien se encargue de enseñarla al público. Abandonaremos la CA-284 para tomar la CA-833 que saldrá a nuestra derecha. Conocida más por las pinturas al fresco de época gótica que por los pocos restos románicos que conserva, nuestra próxima parada nos lleva hasta Santa Olalla, donde visitaremos la iglesia homónima (foto 4). Las pinturas fueron realizadas por un autor que también trabajó en la cercana fábrica de San Juan Bautista en Mata de Hoz (foto 5) que conserva de la época románica una portada y el ábside.
Para continuar la ruta deberemos volver a la CA-284 y dirigirnos hacia el sur. Al poco tiempo de reincorporarnos, un desvío a nuestra derecha, donde la comarcal salva el cauce del río Camesa, se halla el puente de Reinosilla (foto 6) atribuido a los romanos. Seguiremos en dirección sur, hacia Mataporquera, y tomaremos un desvío a mano derecha que conduce a Las Quintanillas y a Las Henestrosas de las Quintanillas. La iglesia de Santa María la Real (foto 7), sin duda el edificio más notable del valle, se encuentra un poco apartada del núcleo urbano sobre una colina que domina amplias vistas del valle. |