En la cornisa de la puerta apreciamos cuatro canecillos y tres metopas intercaladas entre ellos (foto 1). Todos son figurativos y están labrados de manera tosca. Describimos, a continuación, los canes y las metopas de izquierda a derecha: un oso apoyado en el caveto, con la cabeza entre las patas delanteras (enlace 1); un hombre luchando con un animal (enlace 2); una figura humana (enlace 3); una Virgen con el Niño rodeados por una serpiente (enlace 4); mujer impúdica (enlace 5); Daniel entre los leones (enlace 6) y personaje sentado con un tonel sobre su espalda (enlace 7).
La cornisa del muro norte (foto 2) conserva en algún tramo la decoración de tres hileras de tacos. Está sostenida por canecillos, repitiéndose los de rollos horizontales. Destacamos los siguientes: animal sosteniendo una bola entre sus dientes (enlace 1); cinco rollos horizontales (enlace 2); ave con la pata apoyada en su cría (enlace 3); idéntico al primero (enlace 4); arpista (enlaces 6/7); personaje con la mano en el bajovientre (enlace 8).

Debajo y a la izquierda del canecillo labrado con el tañedor de arpa un relivario muestra dos leones de espaldas, uno contra otro (enlace 9).

En el esquinal del muro sur, sobre la sacristía, hay dos canecillos: dos aves afrontadas, una de menor tamaño, por lo que podría ser la cría y lo que podría ser un animal ya que está bastante deteriorado (foto 3).