Como ya hemos visto en alguna de las edificaciones de esta ruta, la Guerra Civil resultó también muy dañina para la iglesia de Santa María. En concreto, el arco de acceso al semicírculo absidal y su cubierta quedaron practicamente destruidas, siendo reconstruidos en época moderna. Por otro lado, si lo comparamos con los otros ábsides de esta ruta, el de Isún es el que más desgaste presenta (foto 1).
La disposición de los elementos constructivos es la típica del conjunto de iglesias del Serrablo (fotos 2 a 7): el tambor absidal se decora con siete arcuaciones ciegas separadas por lesenas (cinco mediales y dos a los extremos) sobre las que, separado de estas por una moldura en forma de toro, corre el friso de baquetones verticales, que llega hasta el alero de la cubierta. Una única ventana se abre en la arcuación central. El vano es aspillerado y presenta doble derrame, tanto al exterior como al interior del paramento.
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