La ermita es una edificación de una sola nave con cabecera rectangular (fotos 9/11). El campanario (fotos 13/14/15) no es tan esbelto como el de Santa Coloma y sus ventanas son estrechas a modo de aspillera. De hecho la torre-campanario cumplía funciones defensivas dadas las frecuentes incursiones sarracenas de finales del primer milenio.
La ermita formaba parte de un conjunto medieval con castillo y dependencias vecinas del cual aún se conservan restos esparcidos por su entorno. La fortaleza ya existía en época visigótica, aunque la referencia documental más tardía data del año 952. Pertenecía a los condes de Urgell, quienes la cedieron en 1190 al vizconde Arnau de Castellbó. El culto se mantuvo hasta el siglo XIX.
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