El monasterio de San Zoilo queda un poco apartado del núcleo urbano de Carrión, donde hemos visitado las iglesias de Santiago y de Santa María. Para llegar hasta él tendremos que pasar al otro lado del río Carrión, salvado por el puente de origen medieval aunque con importantes reformas del XVI. El monasterio sería una fundación familiar del segundo cuarto del siglo XI a cargo del Conde de Carrión, Gómez Díaz, quien falleció poco antes de que se terminara la construcción del edificio. En un principio era conocido como el monasterio de San Juan de la Puente, pero a mediados de siglo XI, Fernando, hijo de los fundadores, regresó de Córdoba con las reliquias de los mártires hispanorromanos San Zoilo y San Félix, con lo que cambió de advocación. En 1076-1077, doña Teresa, esposa del fundador, hizo donación del monasterio a la abadía de Cluny.
En los siglos posteriores se sucedieron épocas de esplendor y otras, la mayoría, de grandes dificultades económicas. La reforma más importante de las dependencias monacales se llevó a cabo en la primera mitad del siglo XVI, momento en el que se inician las obras para sustituir el antiguo claustro por el actual (1537). En 1991 una empresa privada adquirió todas las edificaciones, salvo el claustro y la iglesia, para transformarlas en hospedería.
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