Entre las cuencas del Pas y del Besaya se encuentra el valle de Anievas cuya cabeza de municipio es el pueblo de Cotillo. Por su situación, Cotillo es considerado el centro geográfico de Cantabria. Conserva casas populares y la iglesia románica de San Andrés de la que, como viene siendo habitual en nuestro recorrido por tierras cántabras, hay poca documentación sobre sus orígenes. La tradición la relaciona con el monasterio benedictino de San Román de Moroso y con la reina Urraca, que según parece no era muy aceptada por los lugareños. Según cuenta la leyenda, la reina decidió fijar su residencia en Cotillo, pero un día que estaba en el templo oyendo misa, los habitantes de la aldea se ensañaron con sus caballerías, por lo que decidió alejarse de Cotillo hasta donde no se pudieran oir las campanas de su iglesia. Se estableció en Moroso, a unos 4 Km., pero los habitantes de Cotillo elevaron la espadaña con el fin de que el tañir de las campanas llegara más lejos y, así, incordiar a la reina.
La iglesia primitiva constaba de una sola nave y una espadaña que, ciertamente, se elevó con posterioridad. En general, ha sufrido transformaciones con el paso del tiempo, que no han desmerecido su presencia, siendo declarada Monumento Histórico-Artístico en 1982.